En el mes de septiembre de 9 d.C., cuando llegaron noticias a la capital romana de la pérdida total de tres legiones y tres alas de caballería y del suicidio del gobernador de Germania, Publio Quinto Varo y el resto de los oficiales en el bosque de Teutoburgo, se confirmó la sublevación de todas las tribus germanas que mataron a todos los romanos que hubiesen en la región. Augusto se entero de la fatal noticia y se confirmó cuando le fue enviada la cabeza quemada de Varo - se dice que el emperador se empezó a golpear la cabeza y a desgarrase las vestiduras mientras gritaba:"¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!"… La derrota de las legiones significaba no sólo la pérdida de la Germania y de la Galia, sino que abría un paso franco para la invasión de Italia y Roma. Augusto desesperado reunió nuevas tropas con gladiadores, veteranos, esclavos y legionarios, bajo amenaza de expropiación de bienes, incluso se amenazo de muerte a los ciudadanos que se negaran hacer alistados. Puso a Tiberio y a Germánico en la expedición. Este último, tras derrotar a Arminio, recuperó dos de las aquilae - las águilas, insignias de las legiones - perdidas en Teutoburgo, la tercera no llegaría a manos de los romanos hasta el 41. La suerte de los caudillos germanos fue dispar: Maroboduo solicitó asilo en Roma tras escapar de un ataque de Arminio, este a su vez murió ultimado por sus compatriotas. A pesar de que los germanos fueron finalmente derrotados y sojuzgados, los romanos tardarían muchos años en olvidar el desastre de Teutoburgo.
En el año 17 (hace 1995 años) Tiberio recompensó los éxitos militares de su sobrino Germánico con la concesión de un triunfo. En el mismo desfilaron la esposa y los hijos de Arminio, que en tiempos de Augusto había infligido a los romanos una grave derrota en la batalla del bosque de Teotoburgo. Germánico entró en Roma de manera triunfal ante la mirada del emperador Tiberio. Llevaba todo su botín de guerra, los despojos de los ejércitos enemigos, los combatientes capturados y sus mujeres, todos ellos reducidos a la esclavitud. También iba Tusnelda, desposada con Arminio en contra de la voluntad de su padre Sigestes, que fue quien la entregó a los romanos en el año 15 d.C. cuando se encontraba embarazada de su esposo. También su otro hijo Tumélico, hijo de Arminio y Tusnelda, Tumélico vivió en esclavitud para prevenir rebrotes de insurrección, fue educado como gladiador en Ravena y se cree que murió luchando. En realidad en ese momento los germanos estaban lejos de estar vencidos, pero Tiberio quería apartar a Germánico del frente del Rin.
Trabajo realizado por
Cecilia Acosta Pérez, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.
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