15 de mayo de 2012

MUERTE DE SALUSTIO.


Gayo Salustio Crispo (en latín Gaius Sallustius Crispus), más conocido como Salustio nació el 1 de octubre en el 86 a.C., en Amiternum, y murió el 13 de mayo en el 34 a.C., en Roma (hace 2046 años).


Salustio perteneció a una familia plebeya, tuvo una infancia y juventud enfermizas. En el año 55 a.C. ganó las elecciones a cuestor y fue elegido tribuno de la plebe en el 52 a.C. Salustio se oponía a la vieja aristocracia romana.

Desde el principio fue un firme partidario de César, al cual debía parte de su ascenso político. En el 50 a.C. fue expulsado del Senado bajo la acusación de inmoralidad grave, aunque la verdadera razón era su amistad con César. Durante el siguiente año, gracias a la influencia de César, fue reinstaurado en el Senado.

Durante el año 46 a.C. ejerció el cargo de pretor, acompañando a César en su campaña en África que terminó con la derrota efectiva del resto de los partidarios de Pompeyo en Tapso. Como recompensa, fue nombrado gobernador de la provincia África Nova, puesto en el que fue culpable de un estado de opresión y extorsión, por lo que solo la influencia de César le permitió eludir una condena.

Salustio entonces se retiró de la vida pública para dedicarse por completo a la literatura histórica, convirtiéndose en un gran historiador al mismo nivel del griego Tucídides.

La Conjuración de Catilina fue su primer trabajo publicado y uno de los más importantes. Contiene la memorable historia del año 63 a.C. Salustio adopta el punto de vista aceptado de Catilina, describiéndole como un enemigo deliberado de la ley, el orden y la moralidad y no ofrece una explicación comprensiva de sus motivos e intenciones. Al escribir la conjuración de Catilina, el tono y el estilo de Salustio muestran su preocupación por el declive de la moral romana. Al tiempo que vierte sus invectivas contra el carácter depravado y los viciosos actos de Catilina.

Salustio impulsó una nueva línea literaria, acometió la tarea de explicar las conexiones y el significado de los acontecimientos, siendo además un buen descriptor de personajes. El contraste entre su juventud y el tono altamente moral de sus escritos se usó como motivo de reproches hacia su figura. Salustio también relató acontecimientos vividos en primera persona, por lo que ser imparcial le resultaba una tarea más complicada. Su conocimiento de sus antiguas debilidades le llevaron a adoptar un punto de vista pesimista sobre la moralidad de sus compatriotas, y por lo tanto, a juzgarles severamente. Su modelo siempre fue Tucídides, a quien imitaba en sus sentencias e imparcialidad, en la introducción de las reflexiones filosóficas y discursos, y en la brevedad de su estilo que algunas veces bordeaba la oscuridad.


Trabajo realizado por
Natalia Rodríguez González, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

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