15 de mayo de 2012

LA BATALLA DEL HIDASPES.


La batalla del Hidaspes fue una batalla librada por Alejandro Magno el año 326 a. C. contra Poros, el rey de Paura, un reino indio, cerca del río Hidaspes, tributario del río Indo. La batalla tuvo lugar en el margen oriental del río, cerca de Bhera, Pakistán. Esta fue la última gran batalla campal librada por Alejandro: aunque victorioso, su ejército, exhausto, se amotinó, negándose a avanzar hacia el interior de la India. Fue la primera vez en años, desde la batalla de Gaugamela, que el ejército de Alejandro se enfrentó a elefantes de guerra. El rey Poros y sus hombres presentaron una resistencia tan fiera contra el invasor macedonio, que se ganaron el respeto y la admiración del propio Alejandro.


Pintura de Charles Le Brun mostrando a Alejandro y Poro durante la batalla del Hidaspes
 Poros, que había llegado antes a su orilla del río, se situó frente al ejército de Alejandro y se preparó para rechazar cualquier intento de cruce. La corriente era fuerte debido a las lluvias monzónicas, y el cauce profundo, por lo que cualquier intento de cruzar por la fuerza provocaría enormes bajas. Consciente de ello, Alejandro se esforzó por encontrar un vado alternativo, y pasó las dos semanas siguientes desplazando a sus tropas arriba y abajo por la orilla, con el ejército de Poros siguiéndole sin perderle nunca de vista.
Los elefantes de Poros suponían un grave problema para Alejandro. El éxito del macedonio en sus batallas se debía mayormente a su habilidad para crear huecos en las líneas enemigas a través de los que poder cargar con los hetairoi; esa fue la táctica que le ganó las aplastantes victorias de Issos y Gaugamela. Sin embargo, los elefantes sembraban el pánico en los caballos. El simple olor de los paquidermos los volvía totalmente ingobernables. Y Poros había desplegado a sus elefantes formando una línea compacta enfrente de su infantería, con la caballería dividida por igual en ambos flancos. Cargar contra la infantería en esas condiciones era imposible para la caballería macedonia, ya que la línea de elefantes era, a todos los efectos, tan impenetrable para ella como un muro de piedra.

El ala derecha india se mezcló en su huida con la línea de elefantes, provocando un enorme caos en sus propias filas. Ese fue el momento en que Alejandro ordenó a la falange iniciar su avance. Hasta el momento había logrado aplastar a la caballería india mientras al mismo tiempo mantenía la propia lejos de los dañinos elefantes. La infantería macedonia, libre de la amenaza de la caballería enemiga, resistió una carga de los elefantes y logró ponerlos en fuga, aunque a costa de muchas bajas. En su huida, los animales aplastaban indiscriminadamente tanto a amigos como a enemigos, aumentando la confusión y facilitando el avance de la falange que les pisaba los talones. Crátero había iniciado el cruce del río, y aunque la fuerza principal apenas intervino, la batalla acabó con una rendición en masa del ejército indio, totalmente rodeado.

Trabajo realizado por
Irene Suárez Cortés, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.



                             

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