Nacido esclavo en el seno de una familia de origen griego, en cuya lengua su nombre significa "el más bello" (kallistos), no abrazó el cristianismo hasta la edad adulta. Como administrador de los bienes de un alto funcionario del emperador Cómodo llamado Carpóforo, también cristiano, se vio implicado en una malversación de fondos que le valió ser condenado a trabajos forzados en las minas de azufre de Cerdeña; allí permaneció durante tres años hasta que, alrededor del 190, logró ser liberado gracias a la intercesión de Marcia, una concubina del emperador Cómodo.
Tras su liberación, el Papa Víctor I lo destinó a Antium otorgándole una pensión; allí vivió hasta su traslado a Roma reclamado por el Papa Ceferino, quien haciéndolo su secretario personal, le nombró diácono y administrador del cementerio cristiano en la Vía Appia, que después se conocería como las catacumbas de San Calixto, y en el que se enterraron todos los papas que gobernaron la Iglesia durante el siglo III, excepto él mismo.
A la muerte de Ceferino, Calixto es elegido como su sucesor. La circunstancia de ser un esclavo liberado no era un impedimento para ser elegido papa hasta que León I el Magno, en el siglo V, así lo dispuso.
El papa Calixto I |
Calixto es el primer papa después de san Pedro, en que figura como mártir en el Martirologio romano más antiguo que se conoce. Su tumba en la Vía Aurelia, descubierta en 1960 y aparentemente construida bajo el pontificado de Julio I, contiene referencias a su martirio, el cual consistió en ser bastoneado hasta la muerte, para luego ser arrojado su cadáver a un pozo. Su onomástica se celebra precisamente hoy, día 14 de octubre.
Trabajo realizado por:
Irene Suárez Cortes, alumna de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.
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