20 de marzo de 2012

INCENDIO EN EL FORO ROMANO.


Símbolo de la antigüedad, el Foro Romano era el núcleo de la civilización romana, el centro de la vida política, jurídica y social de la antigua Roma. Por siglos fue el centro de la vida pública de Roma Antigua. En origen era un valle pantanoso, comprendido entre las colinas Capitolino, Palatino, Viminal y Quirinal, luego drenada mediante la excavación de la Cloaca Máxima. Tras erigir allí las basílicas, templos pórticos, monumentos, llega a ser el corazón comercial, jurídico, religioso y político de la ciudad.
Vista del Foro Romano.
El Foro Romano llega a ser muy reducido por el aumento de la población y los emperadores debieron construir hacia el norte nuevos Foros (los Foros Imperiales) y le fue restando importancia.

En el año 210 a. C., en plena Segunda Guerra Púnica, se produjo un pavoroso incendio que destruyó varios edificios del Foro. El templo de Vesta se salvó gracias a trece esclavos, a los que, posteriormente, se les manumitió en recompensa. Otro esclavo acusó a sus amos de haberlo provocado: la investigación descubrió que eran culpables y fueron castigados

En el alto medioevo muchos edificios fueron transformados en iglesias y otros en fortalezas de los barones romanos, el terreno llega a ser pasto de ganado y cantera de piedras de construcción

En el 1700 iniciaron las excavaciones que devolvieron a la luz notables tesoros del arte románico y que prosiguieron después en 1898, dieron a las ruinas la actual disposición.

A la derecha del ingreso principal se encuentran los restos de la Basílica Emilia erigida en el 179 a. C. El pavimento de la antigua calle llamada Argiletum la divide de la Curia, que era la antigua sede del senado Romano. También se levanta el gran Arco de Septimio Severo, construido en el 203 en tres arcadas separadas de blancas columnas y mantenido casi intacto. Sobre la derecha, dejando el arco detrás, vemos los Rostra; es decir, las tribunas desde las cuales hablaban los oradores romanos. Delante de los Rostra, se erige el Templo de Vesta en planta circular, donde ardía perennemente el fuego sagrado, símbolo de la continuidad de la vida de Roma y la Casa de las Vestales consagrada a alimentar continuamente la llama. A lo largo de la calle Sagrada, a la izquierda se encuentran el Templo de Antonino y Faustina y la Basílica de Magencio. La calle Sagrada termina junto al Arco de Tito.

Trabajo realizado por
Jesús Yeray Ramos Arrocha, alumno de 3º ESO B.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

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