21 de marzo de 2012

EL NACIMIENTO DE OVIDIO.


            Nació el 20 de marzo del año 43 a. C. (hace hoy 2053 años) en Sulmona (Italia), como él mismo dice, en el país de los pelignos. Era caballero de rancia estirpe, de cuya antigüedad se sentía orgulloso.
Estatua de Ovidio.
Su padre fue propietario de fincas y murió a los noventa años, poco antes que su madre. Su hermano había nacido exactamente un año antes que él y fue su compañero en los estudios que realizaba en Roma sobre retórica, en un principio para dedicarse al Derecho, pero fue dando muestras de sensibilidad poética en detrimento de la elocuencia prosaica requerida en el foro. Tuvo como maestros de elocuencia a Higino, Aurelio Fusco, originario de Asia Menor, y Porcio Latrón, de Hispania. Compartió con su hermano la vida política hasta los veinte años, edad a la que éste falleció. A la muerte de su padre, Ovidio se convirtió en heredero de todas las posesiones, por lo que pudo vivir sin preocupaciones y viajar a diferentes lugares como Atenas, Asia Menor y Sicilia, donde completó sus estudios, dedicándose ya plenamente a la poesía.

Escribió Las Metamorfosis, epopeya en 15 volúmenes que recoge gran parte de la mitología grecorromana, poniendo énfasis en las transformaciones sufridas por al menos uno de los protagonistas, desde el origen del cosmos hasta la muerte y apoteosis del emperador Cayo Julio César. La obra, que se conserva casi íntegra, no sólo fue una gran fuente de inspiración para autores posteriores, sino que dio a los estudiosos un material único sobre mitología clásica. Otra de sus obras de madurez fue los Fastos, inconclusa, donde Ovidio explica el origen de los nombres de los meses y las fiestas del calendario romano.

No obstante su gran fama en la época, un enfrentamiento con el emperador César Augusto en el año 8 a.C., le llevó a un exilio obligado a Tomis, una ciudad ubicada en la costa oeste del Mar Negro, donde pasó el resto de sus días. No se sabe a ciencia cierta por qué le exilió; unos dicen que porque estaba presente en ceremonias de adivinación donde se hablaba del destino del emperador, otras por el tono erótico de sus poemas y la última y más probable porque Ovidio tenía conocimiento de los devaneos amorosos de la hija del emperador, Julia. Durante este período de exilio, Ovidio escribió otras dos colecciones de poemas: Tristes y Cartas del Ponto.


Trabajo realizado por
Fabio Fernández Marrero, alumno de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

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