8 de diciembre de 2011

MUERTE DE CICERÓN


Marco Tulio Cicerón (Arpino, 106 a. C. – Formia, 7 de diciembre del 43 a. C. – hace 2054 años) fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República Romana.

En el año 63 a. C., Octavio había abandonado a su aliado, Marco Antonio, y permitió que éste proscribiera a Cicerón. El 7 de diciembre de 43 a. C. Marco Antonio ordenó su asesinato, así como que su cabeza y sus manos se expusieran en los rostra del Foro, tal como había sido la costumbre en tiempos de Sila y Mario, aunque él fue el único de los proscritos en recibir tal destino. Cicerón no opuso resistencia a su ejecución, y, ofreciendo la cabeza, se limitó a pedir que se le matara con corrección. También serían eliminados su hermano, Quinto, y su sobrino. Así recoge la muerte de Cicerón el escritor Plutarco en sus Vidas Paralelas

"Saltó, pues, en tierra Cicerón, y marchando a su casa de campo se acostó para descansar. Muchos de los cuervos se posaron en la ventana graznando desconcertadamente, y uno de ellos, bajándose al lecho donde Cicerón reposaba con la cabeza cubierta, le destapó la cara, retirando suavemente la ropa con el pico. Los esclavos que esto vieron tuvieron a menos el ser tranquilos espectadores de la muerte de su señor, y que una fiera le diera auxilio y cuidara de él cuando injustamente era maltratado, y ellos no hiciesen nada para salvarle, por lo que ya rogándole, y ya poniéndole por fuerza en la litera, volvieron a conducirle hacia el mar.

Busto de Marco Tulio Cicerón.
Llegaron en esto los matadores, que eran el centurión Herenio y el tribuno Popilio… Como hubiesen encontrado cerradas las puertas, las quebrantaron, y no encontrando a Cicerón, ni dándoles noticia ninguna de él los que allí habían quedado, se refiere que un mozuelo, educado por Cicerón en las letras y ciencias liberales, y que era liberto de su hermano Quinto, llamado Filólogo, dijo al tribuno que la litera marchaba por las calles sombreadas con árboles hacia el mar, con lo que el tribuno dio a correr a tomar la salida; pero sintiendo a este tiempo Cicerón que Herenio se acercaba corriendo por el camino que llevaba, mandó a los esclavos que parasen allí la litera. Entonces, llevándose, como lo tenía de costumbre, la mano izquierda a la barba, miró a los matadores, teniendo el cabello crecido y desgreñado, y muy demudado el semblante con la demasiada agitación y angustia, de manera que los más se cubrieron el rostro al ir Herenio a darle el golpe fatal, y se le dio habiendo alargado el mismo Cicerón el cuello desde la litera ...Le cortó por orden de Antonio la cabeza y las manos con que había escrito las Filipicas…Cuando estos miembros fueron traídos a Roma, se hallaba Antonio celebrando los comicios consulares, y al oír la relación y verlos, exclamó: “¡Ahora, que no haya más proscripciones!” Y la cabeza y las manos las hizo poner sobre lo que formaba barandilla en la tribuna. Espectáculo terrible para los Romanos, en el que no tanto era el rostro de Cicerón lo que veían como la imagen del ánimo de Antonio".
                                                                                                                                 
Trabajo realizado por
Cynthia Arrocha Arrocha, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

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