20 de diciembre de 2011

LAS SATURNALES


Las Saturnales estaban consagradas al dios Saturno y se celebraban del 17 al 23 de diciembre en honor de Saturno. En este mes de diciembre, se celebraba con velas y antorchas el fin del periodo más oscuro del año y el nacimiento del nuevo periodo de luz, o nacimiento del Sol Invictus, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio el solsticio de invierno. En sus más remotos orígenes, las Saturnales celebraban la finalización de los trabajos del campo, una vez concluida la siembra efectuada durante el invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano.
Fiestas de las Saturnales en Roma.
            El día oficial de la consagración del templo de Saturno en el Foro romano era propiamente el 17 de diciembre, pero la festividad era tan apreciada por el pueblo que de forma no oficial se festejaba también a lo largo de los seis días posteriores, hasta el 23 de diciembre. Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno, que en la Roma primitiva tuvo tanta importancia como Júpiter. Dicho templo se hallaba situado a los pies de la colina del Capitolio, la zona más sagrada de Roma; después del sacrificio, seguía un banquete público, al que todo el mundo estaba invitado. Durante los días siguientes, la gente se congregaba a bulliciosas diversiones, celebraba banquetes y se intercambiaban regalos. Las Saturnales se consideraban como “fiestas de los esclavos”, ya que estos eran recompensados con raciones extras de comida y vino. Gozaban de tiempo libre y otros privilegios de los que no disfrutaban durante el resto del año; a menudo, incluso eran liberados de sus obligaciones y cambiaban sus tareas de tal manera que el señor actuaba como esclavo y el esclavo como señor. Vivir y dejar vivir era el lema de la fiesta del 17 de diciembre, según cuenta el poeta Catulo, su mejor día. Las escuelas cerraban sus puertas en esta fecha. Lo que de ordinario estaba prohibido, se autorizaba en estos días locos. Las leyes contra el lujo permitían en las Saturnales gastar en comida una cantidad mayor que en los días corrientes. Pero, en especial, en el interior de la familia se eliminaban todas las barreras que separaban al esclavo del hombre libre.

        En algunos aspectos, ciertas costumbres de las Saturnales perviven en las costumbres navideñas; así ocurre con la costumbre de encender velas y hacerse regalos. En un principio era habitual regalarse velas y muñecos de barro. Luego, por influencia griega, fue común agradecer con alguna pequeña atención o con un regalo en dinero a los amigos y a todas las personas a quienes se les debiera algo por algún servicio prestado. Las Saturnales tuvieron tal arraigo en la sociedad romana que el cristianismo tuvo muchos problemas para acabar con las celebraciones y en parte lo consiguió cuando cobró mayor importancia la celebración de la Navidad. Una vez que el cristianismo se impuso en el Imperio Romano, el nacimiento del Sol y su nuevo periodo de luz fueron sustituidos por la celebración del nacimiento de Jesucristo.

Trabajo realizado por
Lillis Mauris Mora Carrillo, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

16 de diciembre de 2011

EL NACIMIENTO DE LUCIO VERO

Lucius Ceionius Commodus Verus Armeniacus nació en Roma el 15 de diciembre del año 130 (hoy hace 1881 años). Conocido comúnmente como Lucio Vero, co-emperador romano junto con Marco Aurelio, desde el año 161 hasta el momento de su muerte.

Vero era hijo de Avidia y de Lucio Aelio César, hijo adoptado, y el esperado sucesor, del emperador Adriano. Cuando Aelio César murió en 138, Adriano eligió a Antonino Pío como su sucesor, con la condición de que Antonino adoptase tanto a Vero (entonces de 7 años de edad) como a Marco Aurelio, el sobrino de Adriano. Como príncipe imperial, Vero recibió una esmerada educación del más reputado gramático, Marco Cornelio Frontón. De Vero se conoce que era un magnífico estudiante, con aficiones tales como la poesía y los discursos recitados.
   
Busto del emperador Lucio Vero

La carrera política de Vero comenzó como cuestor en 153, llegando a cónsul en el año 154. En 161 fue elegido de nuevo cónsul, siendo Marco Aurelio su colega en el cargo consular. Cuando Antonino murió el 7 de marzo de 161, siendo sucedido por Marco Aurelio, Vero fue designado como co-emperador, un hecho sin precedentes hasta ese momento en el Imperio Romano. Oficialmente ambos hombres compartían los mismos poderes, pero en la práctica era Marco Aurelio quien ostentaba el poder realmente. A Vero se le asignó el control del ejército, demostrando así la confianza existente entre él y su hermano adoptivo. Para fortalecer esta alianza, Marco Aurelio ofreció a su hija Lucilla en matrimonio a Vero, matrimonio que tuvo tres hijos.

           En la primavera de 168 se desencadenó de nuevo la guerra en la frontera del Danubio, cuando las tribus germanas de los alamanes y los marcómanos invadieron el territorio romano. Esta guerra se desarrollaría hasta el año 180, Vero no vivió para ver el final de la misma. En 169, tanto Vero como Marco Aurelio regresaron a Roma desde el frente, y Vero cayó enfermo, mostrando los síntomas atribuidos a envenenamiento de la comida, muriendo pocos días después. Sin embargo, los eruditos creen que Vero podría haber muerto víctima de la viruela, ya que falleció durante la epidemia general conocida como plaga antonina. A pesar de las pequeñas diferencias existentes entre ambos, Marco Aurelio lamentó profundamente la pérdida de su hermano adoptivo. Acompañó su cuerpo hasta Roma, donde ofreció juegos para honrar su memoria. Después de su funeral, el Senado Romano declaró dios a Vero, con el consiguiente tratamiento Divus Verus (Divino Vero).

Trabajo realizado por:
Celia Martínez Barreto, alumna de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

14 de diciembre de 2011

NACIMIENTO DE NERÓN



         Nerón Claudio César Augusto Germánico, nacido el 15 de diciembre del año 37 (hoy hace 1974 años), fue emperador del Imperio Romano entre el 13 de octubre del 54 y el 9 de junio de 68, último emperador de la dinastía Julio-Claudia. Nacido del matrimonio entre Cneo Domicio Ahenobarbo y Agrinila, accedió al trono tras la muerte de su tío Claudio, quien anteriormente lo había adoptado y nombrado como sucesor en detrimento de su propio hijo, Británico.
El joven Nerón. Munich, Gliptoteka.

          Durante su reinado centró la mayor parte de su atención en la diplomacia y el comercio, e intentó aumentar el capital cultural del Imperio mediante la construcción de diversos teatros y la promoción de competiciones y pruebas atléticas. Diplomática y militarmente su reinado está caracterizado por el éxito contra el Imperio Parto, la represión de la revuelta de los británicos (60-61) y una mejora de las relaciones con Grecia. En el año 68 tuvo lugar un golpe de estado en el que estuvieron involucrados varios gobernadores, tras el cual, aparentemente, le forzaron a suicidarse.
    
          El reinado de Nerón se asocia comúnmente a la tiranía y la extravagancia. Se le recuerda por una serie de ejecuciones sistemáticas, incluyendo la de su propia madre y la de su hermanastro Británico, y, sobre todo, por la creencia generalizada de que mientras Roma ardía él estaba componiendo con su lira, además de como un implacable perseguidor de los cristianos. Estas opiniones se basan fundamentalmente en los escritos de los historiadores Tácito. Suetonio y Dion Casio. Pocas de las fuentes antiguas que han sobrevivido lo describen de manera favorable, aunque sí hay algunas que relatan su enorme popularidad entre el pueblo romano, sobre todo en Oriente.
Nerón y el Ara Pacis.
         La verosimilitud de los documentos que relatan los tiránicos actos de Nerón es motivo de controversia en la actualidad. Separar la realidad de la ficción, en relación a los escritos clásicos, puede resultar imposible.
Trabajo realizado por:
Julián Ferraz Rodríguez, alumno de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

12 de diciembre de 2011

LA BATALLA DE NÍNIVE

La Batalla de Nínive (entre los años 602-628) fue la batalla culminante de la última Guerra Romano-Sasánida, que terminó con una decisiva victoria bizantina, que acabó con el poder de los Sasánidas y restauró brevemente sus antiguas fronteras en Medio Oriente. La batalla supuso también el fin de las grandes conquistas de Cosroes II a principios del siglo VII, quien había conseguido llevar al Imperio Sasánida a su mayor extensión. No obstante, la recuperación bizantina no duró mucho, debido a que, en la siguiente década, el emergente Califato islámico surgió de los desiertos de Arabia y casi destruyó al Imperio bizantino.


Batalla de Nínive por Piero della Francesca
Cuando el emperador Mauricio fue asesinado por el usurpador Focas en el año de 602, Cosroes II, rey de Persia, le declaró la guerra al Imperio bizantino, buscando, en principio, vengar la muerte de Mauricio, que lo había acogido 10 años antes, cuando un usurpador se había apoderado del trono persa y Cosroes, en ese momento, un joven príncipe, tuvo que huir a Bizancio.

Durante las primeras etapas de la guerra, los persas se apoderaron de Siria, Palestina, Asia Menor y Egipto, quedando momentáneamente paralizados para invadir las provincias europeas del Imperio (Italia y los Balcanes), mientras el hijo del exarca de África, Heraclio, derrocó y mató a Focas y fue proclamado emperador en el 610 como Heraclio I. Heraclio detuvo el avance persa y en el 622, navegó con su flota hacia Trebisonda (actual Trabzon, Turquía), derrotando a los persas en Isos, donde hacía 900 años antes Alejandro Magno había derrotado al Imperio persa aquémenida en su triunfal invasión de Persia y avanzando sobre Mesopotamia, restaurando el equilibrio en la guerra y forzando a los persas a recurrir a los ávaros en el Oeste para que ellos asediaran Constantinopla, esperando que Heraclio regresara a defender su capital. Sin embargo, no lo hizo. Su confianza en las murallas de Constantinopla no fue en vano y los ávaros no tuvieron más remedio que levantar el sitio y las tropas persas de Asia Menor se rindieron. El 12 de diciembre del año 628 (hace 1384 años) derrota en la Batalla de Nínive al rey persa Cosroes I.

Trabajo realizado por:
Fabio Fernández Marrero, alumno de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA

8 de diciembre de 2011

NACIMIENTO DE HORACIO


Quinto Horacio Flaco (8 de diciembre del año 65 a. C. – hace  2076 años  – 27  de noviembre del 8 a. C.) fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.

Su padre, un esclavo liberto, invirtió mucho dinero en la educación de su hijo, acompañándolo a Roma donde inició sus estudios de Gramática con Orbilio y, probablemente, los de retórica con Heliodoro. A los 20 años de edad se trasladó a Atenas para estudiar griego y Filosofía en la Academia Teomnesto, donde tomó contacto por vez primera con el epicureísmo.

Tras el asesinato de Julio César, se unió al partido republicano, formando parte del ejército que Marco Junio Bruto preparaba en Grecia para oponerse a los triunviros Octavio y Marco Antonio, siendo nombrado tribuno militar. El ejército republicano fue derrotado en la doble batalla de Filipos (42 a. C.), en la cual, dadas sus escasas aptitudes militares, hubo de escapar para salvar así su vida. Cuando Octavio decretó una amnistía a favor de aquellos que habían luchado en su contra, Horacio decidió volver a Roma, conociendo entonces la noticia de la muerte de su padre y la confiscación de sus propiedades. Sumido en la pobreza, consiguió no obstante trabajo como escribano de cuestor, un puesto que le permitió practicar su arte poético.
Quinto Horacio Flaco.
Con el tiempo, Horacio fue ganando el respeto y la admiración de los círculos literarios romanos, al que pertenecían Virgilio y Lucio Vario Rufo, quienes le presentaron a Cayo Mecenas (38 a. C.), amigo y consejero de César Augusto. El emperador le brindó su protección, llegándole a ofrecer un puesto como secretario personal, si bien Horacio declinó la oferta debido a sus principios epicúreos. Mecenas llegó a convertirse en su protector y amigo personal, y obsequió a Horacio con una finca en Tíber, en las montañas Sabinas (33 a. C.), donde el poeta se retiró a redactar sus obras. Su amistad fue tal que incluso fueron enterrados el uno junto al otro.

Horacio fue un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León. Escribió, además, epístolas (cartas), las últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.

Trabajo realizado por:
Jairo Jesús Arrocha Pérez, alumno de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

MUERTE DE CICERÓN


Marco Tulio Cicerón (Arpino, 106 a. C. – Formia, 7 de diciembre del 43 a. C. – hace 2054 años) fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República Romana.

En el año 63 a. C., Octavio había abandonado a su aliado, Marco Antonio, y permitió que éste proscribiera a Cicerón. El 7 de diciembre de 43 a. C. Marco Antonio ordenó su asesinato, así como que su cabeza y sus manos se expusieran en los rostra del Foro, tal como había sido la costumbre en tiempos de Sila y Mario, aunque él fue el único de los proscritos en recibir tal destino. Cicerón no opuso resistencia a su ejecución, y, ofreciendo la cabeza, se limitó a pedir que se le matara con corrección. También serían eliminados su hermano, Quinto, y su sobrino. Así recoge la muerte de Cicerón el escritor Plutarco en sus Vidas Paralelas

"Saltó, pues, en tierra Cicerón, y marchando a su casa de campo se acostó para descansar. Muchos de los cuervos se posaron en la ventana graznando desconcertadamente, y uno de ellos, bajándose al lecho donde Cicerón reposaba con la cabeza cubierta, le destapó la cara, retirando suavemente la ropa con el pico. Los esclavos que esto vieron tuvieron a menos el ser tranquilos espectadores de la muerte de su señor, y que una fiera le diera auxilio y cuidara de él cuando injustamente era maltratado, y ellos no hiciesen nada para salvarle, por lo que ya rogándole, y ya poniéndole por fuerza en la litera, volvieron a conducirle hacia el mar.

Busto de Marco Tulio Cicerón.
Llegaron en esto los matadores, que eran el centurión Herenio y el tribuno Popilio… Como hubiesen encontrado cerradas las puertas, las quebrantaron, y no encontrando a Cicerón, ni dándoles noticia ninguna de él los que allí habían quedado, se refiere que un mozuelo, educado por Cicerón en las letras y ciencias liberales, y que era liberto de su hermano Quinto, llamado Filólogo, dijo al tribuno que la litera marchaba por las calles sombreadas con árboles hacia el mar, con lo que el tribuno dio a correr a tomar la salida; pero sintiendo a este tiempo Cicerón que Herenio se acercaba corriendo por el camino que llevaba, mandó a los esclavos que parasen allí la litera. Entonces, llevándose, como lo tenía de costumbre, la mano izquierda a la barba, miró a los matadores, teniendo el cabello crecido y desgreñado, y muy demudado el semblante con la demasiada agitación y angustia, de manera que los más se cubrieron el rostro al ir Herenio a darle el golpe fatal, y se le dio habiendo alargado el mismo Cicerón el cuello desde la litera ...Le cortó por orden de Antonio la cabeza y las manos con que había escrito las Filipicas…Cuando estos miembros fueron traídos a Roma, se hallaba Antonio celebrando los comicios consulares, y al oír la relación y verlos, exclamó: “¡Ahora, que no haya más proscripciones!” Y la cabeza y las manos las hizo poner sobre lo que formaba barandilla en la tribuna. Espectáculo terrible para los Romanos, en el que no tanto era el rostro de Cicerón lo que veían como la imagen del ánimo de Antonio".
                                                                                                                                 
Trabajo realizado por
Cynthia Arrocha Arrocha, alumna de 3º ESO A.
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.

TERREMOTO EN NICOMEDIA


Nicomedia (actualmente Izmit) fue una ciudad de Anatolia, capital del Reino de Bitinia. El general cartaginés Aníbal Barca se suicidó en esta ciudad en el 183 a. C. y el historiador Arriano nació allí hacia el año 90. Fue destruida por Lisímaco de Tracia. Fue fundada en el 264-263 a. C, por el rey Nicomedes I de Bitinia, de quien tomó el nombre, en las proximidades del emplazamiento de la antigua ciudad de Olbia. Nicomedia fue la metrópolis de Bitinia bajo el Imperio Romano y Diocleciano la convirtió en la principal ciudad del Imperio Romano de Oriente, adornándola de espectaculares construcciones. Constantino el Grande estableció allí su residencia. Fue centro jurídico y el lugar donde el concilio provincial se reunía para celebrar las ceremonias del culto imperial.

Fue destruida, en 111, por un devastador incendio, que causó numerosas víctimas, debido a la ausencia de bomberos, como dice Plinio el Joven en una de sus cartas a Trajano:“...un incendio devastador destruyó en Nicomedia muchas casas de particulares y dos edificios públicos, la Gerusia y el templo de Isis....señor, considera si crees que ha de crearse una asociación de bomberos de un máximo de ciento cincuenta hombres”.
Palacio de Diocleciano en Nicomedia.
 
        Trajano rechazó la sugerencia de Plinio, por la creencia de que este tipo de asociaciones, desviadas de su propósito inicial, se convirtieran en un foco de opositores políticos: No debemos olvidar que esa provincia y más concretamente esa ciudad ha sido víctima de asociaciones de esa naturaleza. Cualquiera que sea el nombre que le demos a los que se han reunido en ellas, cualquiera que sea su fin, se convertirán igualmente en heterías y en poco tiempo".

          En el 311 fue sede del Edicto de Tolerancia llevado a cabo por el emperador romano Galerio, que lo promulgó poniendo fin a las medidas represivas contra los cristianos por parte del Imperio Romano. Así, el cristianismo pasó a ser una "religio licita", es decir, una religión permitida aunque no la oficial y única del Imperio. Por tanto, este edicto constituye el primer reconocimiento legal del Cristianismo. Durante el siglo IV, Nicomedia fue un lugar clave del arrianismo.

En el 362 d. C., un temblor de tierra sacudió a esta ciudad de Oriente, frecuentemente azotada por este tipo de cataclismos (hace 1649 años).

Trabajo realizado por:
Andrea Acosta Martín, alumna de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS.
SANTA CRUZ DE LA PALMA.
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MUERTE DE SAN SILVERIO


           Silverio (* Frosinone, ¿? – † Palmaria, 2 de diciembre de 537), papa número 58 de la Iglesia Católica desde el 536 al 537 d.C. Hijo legítimo del papa Hormisdas que había estado casado antes de ser ordenado sacerdote, Silverio era subdiácono en Roma cuando el papa Agapito I falleció mientras se encontraba en Constantinopla.
        
          Elegido Papa con el apoyo del rey ostrogodo Teodato, se encontró con el rechazo del emperador bizantino Justiniano I quien, influenciado por su esposa Teodora, quería sentar en el trono de San Pedro a Vigilio más cercano a las ideas monofisitas de la emperatriz y que se encontraba en ese momento en Constantinopla.

Vigilio se dirigió a Roma, sin conocer la elección de Silverio, portando cartas para el general bizantino Belisario en la que se le ordenaba que apoyase su elección como papa. Belisario marchó a Roma al frente de su ejército y la ciudad, tras expulsar a los godos, le abrió, el 9 de diciembre del 536, sus puertas sin lucha temiendo un saqueo como el que había sufrido Nápoles a manos de los bizantinos.
San Silverio.
El rey Vitiges, que había sucedido a Teodato, sitió entonces a la ciudad de Roma dejando aislado a Belisario en su interior. Sin embargo el hecho de que no intentaran el asalto de la ciudad, sirvió de base para acusar a Silverio de estar planeando con los godos la rendición de la ciudad facilitándoles la entrada. Esta acusación sirvió de excusa a Teodora para lograr su objetivo de sentar a Vigilio en la sede papal, ya que provocó el arresto de Silverio que fue despojado de las vestiduras pontificales en marzo de 537 y enviado al exilio en la ciudad de Patara, en la actual Turquía.

El obispo de Patara intercedió a favor de Silverio ante el emperador Justiniano y logró que este anulara el destierro y le permitiera regresar a Italia para que intentase demostrar la falsedad de la acusación de traición.

         Una vez en Italia, fue sin embargo recluido, por orden de Teodora, en la isla de Palmarola donde falleció el 2 de diciembre del 537 (hace 1474 años).

Posteriormente fue beatificado y santificado, siendo patrón de la isla de Ponza, en Italia.

Trabajo realizado por:
Cecilia Acosta Pérez, alumna de 3º ESO A
IES LUIS COBIELLA CUEVAS
SANTA CRUZ DE LA PALMA.